lunes, enero 28, 2013

Yellowcard en México (otra vez)

Básicamente: Yellowcard regresa a este país y yo lloro de emoción. Porque soy una nena. Y una fan from hell.

Yellowcard vino a México en el 2006, 26 de agosto. Era sábado. Tocaron en lo que antes se llamaba Salón 21 y hoy se llama Vive Cuervo. Me formé desde como las 3 ó 4 de la tarde, acompañada por mi hermano. En la fila conocí en persona a mis amigos fans de la banda a quienes ya conocía en línea por los foros oficiales en yellowcardrock.com. Algunos eran del DF y otros venían de Guanajuato. Era bonito tener con quién hablar de todas las cosas relacionadas con estos dudes de Jacksonville, Florida.

Allison (bandilla mexicana que tuvo como tres éxitos y luego se perdió del radar) abrió el concierto y mi hermano se refugió en el bar después de algo así como un "Yo ya estoy viejo para estas cosas". Empezó Yellowcard. Me quedé en la multitud y me acerqué hasta como la cuarta fila, del lado del escenario donde tocaba Sean Mackin, violinista y miembro fundador. En "Believe" (una de mis canciones favoritas de ellos y que ahora tengo tatuada en la muñeca derecha), Sean me señaló y sonrió. Yo casi lloraba de emoción.


En el camino de regreso a casa me dieron los calambres más feos de mi vida. Recuerdo hasta qué pantalones traía puestos (los mezclillas verdes deslavados, con parches). Unos días después iba con mi madre en el auto, por el centro de Coyoacán, cuando vi un cartel del concierto pegado en un poste y me bajé a arrancarlo. Ese pedazo de papel con restos de concreto hoy cuelga en una pared de mi habitación.

Fast forward al 28 de enero de 2013.
YCMéxico, el street team de Yellowcard en México, planeamos una campaña de presión amigable para decirle a promotores como Zepeda Bros que los fans de Yellowcard queremos que la banda regrese. Empezamos a tuitear desde temprano y mágicamente, a eso de la 1 de la tarde aparecieron los siguientes tuits:


La única razón por la que no grité es que estoy en la oficina y no puedo andar dándome esos lujos de fangirlear intenso. Y que traigo un dolor de cabeza desde ayer que no me deja pensar con claridad. Pero lloro un poquito. De tanta emoción. Es que no puedo creer que Yellowcard regresa. A mi ciudad. A cuatro cuadras de mi oficina. Dentro de menos de dos meses. Y voy a estar ahí. Después de seis años, seis meses y veinticinco días. 

Es el tipo de noticia que me vuelve loca de la mejor manera posible. Nada se compara con la felicidad de una fan que ha esperado durante años un momento como éste. Gracias, Yellowcard. Gracias.

Yellowcard
El Plaza Condesa
23 de marzo de 2013
Boletos a la venta a partir del 30 de enero.

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